Contribuciones Nacionalmente Determinadas en las Américas

Un Análisis Hemisférico Comparativo

Por Tania Miranda

Programa de Medio Ambiente y Cambio Climático

Prólogo por
Richard Kiy

Presidente y Director Ejecutivo del Instituto de las Américas

A finales de este año, los líderes de 197 países se reunirán en Glasgow, Escocia, para la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-26) para lograr un consenso sobre las acciones colectivas necesarias para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. En este sentido, uno de los principales puntos de la COP-26 será el acordar cómo es que se cumplirá el objetivo de las emisiones netas cero a nivel global para mediados de siglo, para limitar al mismo tiempo el aumento de la temperatura global a menos de 1.5 grados centígrados.  

Este consenso también será necesario para tomar las medidas necesarias y asegurar la financiación requerida para ayudar a los países en desarrollo -incluidos muchos de América Latina y el Caribe (ALC)- no sólo para proteger y restaurar ecosistemas vitales, sino también para hacer que sus comunidades sean más resilientes a los impactos del cambio climático. En este sentido, los países desarrollados acordaron hace seis años proporcionar al menos 100 mil millones de dólares de financiación climática al año empezando en el 2020, con el fin de reforzar la resiliencia climática del sur global. Sin embargo, hasta la fecha, estas promesas no han sido cumplidas.

En la COP-26, los delegados también trabajarán en promover un marco para el seguimiento y verificación transparente de las respectivas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés) de sus países, así como en el reglamento del artículo 6 del Acuerdo, que permite a los países reducir las emisiones a través de mercados internacionales de carbono. Los retos a los que se enfrentan muchos países en vías de desarrollo y mercados emergentes -en particular los de ALC- para cumplir con sus NDCs, son muy complejos, y aún más por las realidades creadas por la pandemia de COVID-19, que ha causado la peor crisis económica de la historia moderna. En el caso de países como Argentina, México y Brasil, sus respectivas recuperaciones económicas se han visto obstaculizadas, lo que ha supuesto una presión fiscal adicional sobre un sector público ya debilitado e incapaz de prestar adecuadamente servicios sociales críticos en un momento en el que el cambio climático afecta a todas las naciones.

En un esfuerzo por evaluar mejor el progreso realizado a la fecha por los países de las Américas en el cumplimiento de sus compromisos climáticos internacionales, el Instituto de las Américas (IOA, por sus siglas en inglés) ha realizado este libro blanco titulado, Contribuciones Nacionalmente Determinadas en las Américas: Un Análisis Hemisférico Comparativo. El reporte, redactado por Tania Miranda, Directora de Políticas y Participación de las Partes Interesadas del Programa de Medio Ambiente y Cambio Climático del Instituto de las Americas, ofrece una imagen sobre los progresos realizados, al tiempo que destaca el importante déficit de financiación que siguen existiendo para que los países de América Latina y el Caribe puedan cumplir con sus compromisos climáticos previamente acordados. 

A través de su análisis y desarrollo de fichas de puntuación para 16 países de las Américas, que representan el 90% de la población combinada del hemisferio y el 98% de su PIB colectivo, la Mtra. Miranda destaca algunos de los desafíos regionales que se avecinan, incluyendo: la creciente dependencia de algunos países de América Latina y el Caribe de los combustibles fósiles y los crecientes riesgos de la transición energética, como los impactos de las sequías inducidas por el clima en diversos países como Brasil y México, que dependen de la energía hidroeléctrica en medio de una creciente demanda de energía. Y lo que es más importante, la Mtra. Miranda subraya la necesidad crítica de que los países desarrollados y las instituciones financieras internacionales se involucren más en ayudar a los países de ALC a cumplir con sus NDCs, pues está claro que estos países no pueden cumplir sus compromisos sin esta ayuda. 

Al final, ALC sólo representa alrededor del 7% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Sin embargo, solamente América del Sur representa casi el 35% del total de las reservas de carbono terrestre a nivel global.  Por lo tanto, conservar estos ecosistemas que sustentan la vida en la región es absolutamente crítico para la supervivencia de la humanidad.  

Como concluye Lester Brown, «el reto al que nos enfrentamos no es lo que tenemos que hacer, porque eso está bastante claro… es cómo hacerlo en el tiempo disponible.”1

1 Lester R. Brown, Plan B 4.0, Mobilizing to Save Civilization, New York, NY: W.W. Norton & Company, 2009 pages xiii-xiv

Agradecimientos

Gracias a todo el personal del Instituto de las Américas por el titánico esfuerzo y trabajo en equipo que hizo posible este reporte, incluyendo al practicante Alberto Coppola por su análisis de datos que fue tan fundamental, y a Richard Kiy, Presidente y CEO del Instituto, por sus numerosas revisiones y orientación.
Asimismo, agradecemos a Keith Nurse, presidente del Sir Arthur Community College de Santa Lucía, y a Andre Charles, investigador de la misma institución, por sus aportaciones sobre los avances en el suelo de las NDCs en las naciones insulares del Caribe.
Por último, quiero expresar mi sincero agradecimiento a Leonardo Beltrán, investigador no residente del IOA, y a Thomas Singh, Director del Instituto GREEN de la Universidad de Guyana, por sus detallados e inestimables comentarios de nuestro libro blanco.

Resumen Ejecutivo del Informe

El resumen ejecutivo de nuestro informe destaca las tendencias más importantes en las promesas climáticas internacionales actualizadas de los países de América Latina y el Caribe, y los desafíos y oportunidades que se avecinan en esta región de extrema biodiversidad.

El cambio climático se ha convertido en el centro de atención en todo el mundo al iniciarse la cuenta regresiva para la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow (Escocia). La esperada reunión de la COP26 ha cobrado mayor protagonismo tras la publicación de la contribución del Grupo de Trabajo I del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático al 6º Informe de Evaluación, que pone de manifiesto la evidencia inequívoca del calentamiento global causado por el hombre y su impacto directo en el aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. 

Los impactos del cambio climático (como los huracanes Lota y Eta que azotaron Centroamérica el año pasado, los incendios forestales masivos en el Amazonas y la grave sequía en Argentina, México, Paraguay y Uruguay) y la urgencia de actuar no han pasado desapercibidos en América Latina y el Caribe (ALC). Argentina y otras naciones de ALC organizaron una cumbre regional sobre el clima el 8 de septiembre de 2021, en un esfuerzo por crear un frente unificado para la próxima COP26. Entre los temas clave que se abordaron estuvo el de cómo financiar las promesas de los países en el marco del Acuerdo de París, conocidas como Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) asumidas por los países, y en particular el papel que podrían y deberían desempeñar las instituciones financieras internacionales, así como las áreas en las que la cooperación regional podría ayudar a avanzar en los objetivos comunes, como la generación de energías limpias y la resiliencia costera. 

Muchos países de la región tienen compromisos climáticos ambiciosos para 2030 y 2050 y están avanzando en el establecimiento de marcos políticos ad hoc para alcanzarlos. Lo que falta en gran medida es la financiación necesaria, tanto de fuentes nacionales como externas, para aplicar las NDCs. La brecha en la financiación necesaria entre las naciones de ALC es del orden de miles de millones de dólares al año y resultará difícil de cubrir sin ayuda externa, especialmente a la luz de la crisis económica relacionada con la COVID-19 que afecta a la región, la peor en una generación. 

Con el objetivo de facilitar el diálogo sobre la necesidad de aumentar el liderazgo y la financiación en apoyo de los planes climáticos nacionales en todo el continente americano, el libro blanco del Instituto de las Américas ofrece una visión general de las NDCs, con énfasis en 16 países: Argentina, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, Haití, Jamaica, México, Perú, República Dominicana y Trinidad y Tobago. Muchas de estas NDCs han sido actualizadas.  En conjunto, los países reseñados en este libro blanco representan el 90% de la población total del hemisferio y el 98% de su PIB combinado. 

Examinamos, a través de fichas de puntuación específicas de cada país, diferentes componentes relevantes del compromiso, incluyendo la adaptación, que es extremadamente relevante para una región que está en alto riesgo de desastres climáticos. Más del 27% de la población de ALC vive en zonas costeras, y entre el 6 y el 8% vive en zonas con un alto o muy alto riesgo de verse afectadas por las amenazas costeras y la subida del nivel del mar. 2 

El informe también evalúa los progresos realizados en la incorporación de los compromisos climáticos en la legislación nacional. Sin esfuerzos institucionales y legislativos, las NDCs no son más que promesas vacías. Además, se explora la alineación de los paquetes de recuperación de COVID-19 con las promesas climáticas de los países, ya que esto representa una oportunidad para volver a construir de forma más ecológica, aunque es una oportunidad que ha sido ignorada en gran medida por muchas naciones de las Américas, aparte de unas pocas, como Canadá, Brasil y Colombia. 

Por último, analizamos el porcentaje de compromisos que dependen de la ayuda internacional. Solo cinco de los países de ALC que examinamos han cumplido con el 100% de sus compromisos. Para una región endeudada, en la que muchos de sus sectores productivos se han visto amenazados por el parón económico de la COVID-19, es de suma importancia determinar las fuentes de financiación para la implementación de las NDCs. La condicionalidad de las NDCs también significa que la carga de sus compromisos dependerá en gran medida de los países del G-7 y del sector privado. En este sentido, Estados Unidos y Canadá, las dos economías más desarrolladas de América, han hecho recientemente nuevas promesas para ayudar a resolver ese déficit de financiación. Sin embargo, aunque esta ayuda exterior directa es un comienzo ventajoso, la cantidad resulta completamente inadecuada en el contexto de las necesidades totales de América Latina y el Caribe. 

Más allá de abordar los déficits de financiación, nuestro libro blanco subraya la necesidad de aprovechar la naturaleza y los ecosistemas, adaptar los modelos que han tenido éxito para atraer inversiones a las energías renovables, como las subastas de energía, y hacer uso de mecanismos de financiación innovadores para ampliar el acceso al capital. Para ello será necesario que los países en desarrollo impulsen reformas institucionales que promuevan la transparencia y el Estado de Derecho con el fin de reducir el riesgo de las inversiones. Los países también tendrán que hacer esfuerzos significativos para descarbonizar sus propias finanzas con el fin de conseguir el apoyo de las instituciones financieras internacionales y los fondos climáticos. La tendencia a abandonar los combustibles fósiles y la forma en que los criterios ASG están configurando los flujos de capital también merecen atención.

A través de nuestro análisis, observamos el alcance de las posibles limitaciones. La energía, la agricultura y el uso de la tierra (por ejemplo, la deforestación) son las tres mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en ALC -que representan el 88% de las emisiones- y cualquier esfuerzo de descarbonización tendrá que concentrarse en estas áreas. Sin embargo, como destacamos en este documento, existen notables oportunidades para avanzar en la acción climática, muchas de las cuales pueden ser consideradas como poco costosas y sencillas de implementar. En concreto, los esfuerzos dirigidos a los sistemas de energía renovable, los combustibles y las cadenas de suministro sostenibles, las prácticas agrícolas y las soluciones basadas en la naturaleza y los ecosistemas pueden tener un impacto importante. La región por sí sola posee más de una cuarta parte de la cubierta forestal del mundo y casi la mitad de los bosques tropicales restantes, pero la rápida degradación general del ecosistema exige que se actúe ya. La tasa de pérdida de árboles en toda la cuenca amazónica desde el año 2000 es de aproximadamente un 8%. Asimismo, ALC cuenta con más del 25% de la cobertura mundial de manglares, de los cuales, entre 2001 y 2018, se han perdido el 20%. Sin los incentivos financieros adecuados, estos vitales sumideros de carbono podrían perderse para siempre.

En general, nuestro trabajo pretende dar forma y aportar información al debate sobre el clima. El cuadro de mando regional es una gran herramienta para exponer las áreas más críticas a las que hay que prestar atención a corto plazo por parte de los responsables políticos y los funcionarios gubernamentales. Esto será especialmente útil en la cuenta regresiva para Glasgow y quizás también para impulsar un mensaje unificado de ALC, concretamente en lo que respecta a una mayor financiación para la región.

2 https://storymaps.arcgis.com/stories/b9e1619f4897444babf79b21907b7910

Resumen Ejecutivo del Informe

El resumen ejecutivo de nuestro informe destaca las tendencias más importantes en las promesas climáticas internacionales actualizadas de los países de América Latina y el Caribe, y los desafíos y oportunidades que se avecinan en esta región de extrema biodiversidad.

REPORTE PRINCIPAL

Contribuciones Nacionalmente Determinadas en las Américas:
Un Análisis Hemisférico Comparativo

En un esfuerzo por evaluar mejor los progresos realizados por los países de las Américas en el cumplimiento de sus compromisos internacionales en materia climática, y comprender los principales desafíos futuros, en vísperas de la próxima Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas 26 (COP-26), el IOA ha publicado el informe titulado Contribuciones Nacionalmente Determinadas en las Américas:
Un Análisis Hemisférico Comparativo.

appendix a

Fichas de puntuación de las NDCs por país

A través de estas fichas de puntuación a nivel país de 16 naciones de las Américas, que en conjunto representan más del 90% de la población y el 98% del PIB de la región, nuestro reporte realiza una evaluación de siete componentes distintos relacionados con los compromisos climáticos que cada país contrajo en relación con el Acuerdo de París, seis años después de la firma del mismo.

Fichas por país:

Argentina

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Barbados

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Brasil

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Canadá

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Chile

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Colombia

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Costa Rica

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Ecuador

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Estados Unidos

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Guyana

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Haití

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Jamaica

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México

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Perú

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República
Dominicana

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Trinidad & Tobago

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FICHA DE PUNTUACIÓN DEL HEMISFERIO Nº 1

FICHA DE PUNTUACIÓN DEL HEMISFERIO Nº 2

appendix B

Casos De Estudio De Impacto Climático

Groenlandia, Alaska y Canadá: Pérdida de Permafrost Ártico y Aumento del Nivel del Mar.

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México (Valle Central): Sequías Severas y Migración Climática
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La Selva Amazónica de Brasil:
El Cambio de un Sumidero de Carbono a un Emisor Neto de Carbono.

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Naciones Insulares del Caribe: la Amenaza del Aumento del Nivel del Mar.

(Por Andre Charles Investigador, Sir Arthur Community College, Santa Lucía.)
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Nota metodológica de las fichas de puntuación de las NDCs y fuentes de información por país.

Metodología y notas

  • La ambición de los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se compara con las NDCs presentadas anteriormente por el propio país. Los objetivos de adaptación se comparan con las NDCs presentadas anteriormente por el propio país. 
  • Para aquellos países que no han presentado una NDC actualizada en el momento de la redacción, se utilizó la versión original de la NDC para la evaluación del resto de las categorías de la ficha de puntuación. Sin embargo, para las dos primeras preguntas relativas a la ambición de los objetivos de reducción de emisiones y adaptación, las respuestas se consideraron indeterminadas. En el caso de los países en los que no se disponía de información y datos suficientes para realizar una evaluación precisa, la respuesta se consideró indeterminada.
  • El porcentaje del total de los objetivos de reducción de emisiones de GEI que depende de la financiación internacional se refiere a la proporción, del total de los objetivos de reducción de emisiones de GEI (incondicional + condicional), que depende de fuentes externas de ayuda. Canadá y Estados Unidos, como naciones desarrolladas, son 100% incondicionales.
  • Los objetivos de Ecuador se fijan para 2025 y no para 2030, como el resto de los países.
  •  Brasil no estableció un objetivo condicional de reducción de emisiones de GEI en sí mismo, sin embargo, pide recibir 10,000 millones de dólares al año a partir de 2021 para hacer frente a los desafíos relacionados con el cambio climático, incluyendo la conservación de la vegetación nativa, en particular del Amazonas. En este sentido, su objetivo de reducción de emisiones de GEI es incondicional. Su compromiso de cero emisiones netas para el 2050 también depende de la financiación externa. 
  • Los objetivos incondicionales de Guyana no se definen en términos de emisiones de GEI. Los compromisos condicionales, en cambio, incluyen: un esfuerzo por desarrollar una matriz energética 100% renovable para 2025, y la reducción de 48.7 MtCO2e anuales, procedentes de la deforestación y la degradación de los bosques. En ese sentido, su objetivo de reducción de emisiones de GEI se consideró 100% condicional.

 

Código de colores:

  • Verde: objetivos de mitigación 100% incondicionados.

  • Naranja: objetivos de mitigación 1%-50% condicionados.

  • Rojo: objetivos de mitigación 51%-100% condicionados.  

 

     

Código de colores del Compromiso de Neutralidad de Carbono:

o Verde: países que han establecido un año objetivo. 

o Rojo: países que no se han establecido un plazo. 

 

  • La alineación de las medidas de recuperación de la COVID-19 con las promesas de NDC de los países de ALC se basó en la información del Covid-19 Recovery Tracker del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para América Latina y el Caribe, y del Observatorio de Recuperación Global de la Universidad de Oxford para Canadá y Estados Unidos (hasta el momento de la redacción). 

Código de colores para la categoría de alineación del paquete de recuperación de COVID-19 con los objetivos climáticos:

  •         Verde: país que haya dedicado amás del 50% de su gasto total de recuperación de COVID-19 a medidas verdes. 
  •         Naranja: país que haya dedicado entre el 1% y el 49% de su gasto total de recuperación de COVID-19 a medidas verdes. 
  •         Rojo: país que haya dedicado menos del 1% de su gasto total de recuperación de COVID-19 a medidas verdes.
Estados Unidos

 

Ambición del componente de mitigación de la NDC:

https://ehsdailyadvisor.blr.com/2021/05/ambitious-climate-emissions-actions-highlighted-at-leaders-summit/

https://www.vox.com/22397364/earth-day-us-climate-change-summit-biden-john-kerry-commitment-2030-zero-emissions

https://www4.unfccc.int/sites/NDCStaging/Pages/All.aspx

Ambición del componente de adaptación de la NDC: https://www4.unfccc.int/sites/NDCStaging/Pages/All.aspx
Seguimiento del cumplimiento de los compromisos: https://www.rhg.com/research/taking-stock-2021/?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=newsletter_axiosgenerate&stream=top
Legislación nacional:

https://www.whitehouse.gov/briefing-room/presidential-actions/2021/05/20/executive-order-on-climate-related-financial-risk/

https://www.princeton.edu/news/2020/12/15/big-affordable-effort-needed-america-reach-net-zero-emissions-2050-princeton-study

https://www.brookings.edu/blog/planetpolicy/2021/05/10/barriers-to-achieving-us-climate-goals-are-more-political-than-technical/

https://www.jdsupra.com/legalnews/house-passes-esg-disclosure

Medidas de recuperación del COVID-19:

https://recovery.smithschool.ox.ac.uk/tracking/

https://www.whitehouse.gov/briefing-room/statements-releases/2021/03/31/fact-sheet-the-american-jobs-plan/

https://www.whitehouse.gov/briefing-room/statements-releases/2021/06/08/fact-sheet-biden-harris-administration-announces-supply-chain-disruptions-task-force-to-address-short-term-supply-chain-discontinuities/

https://www.wordreference.com/es/en/translation.asp?spen=impulso

https://www.energypolicytracker.org/country/united-states

 

 

Mapa Interactivo

Para visualizar algunas estadísticas clave y relevantes de las Américas, como emisiones de GEI, cubierta forestal y PIB, como parte de nuestro análisis, el lector puede acceder a gráficas y mapas interactivos del hemisferio.

Mapa interactivo de América:
Emisiones de GEI, cobertura forestal y PIB

Material de Divulgación

COMUNICADO DE PRENSA

El informe del Instituto de las Américas resalta los retos climáticos a los que se enfrenta el continente.

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